La Iglesia digital fue tema de reflexión en la Ciranda de Comunicación

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Brasil.- “En este momento especial por la pandemia y por el distanciamiento social, que afecta la vivencia de cada persona,  la fe, tanto como las vivencias de la iglesia y las prácticas pastorales, el mundo digital, el internet, las aplicaciones están supliendo la necesidad de contacto” dijo el comunicador Moisés Sbardelotto, en la conferencia virtual sobre el tema “La Iglesia digital”. La exposición fue parte de la programación de la “Ciranda da Comunicação” (ronda de la Comunicación), organizada con ocasión de la celebración de la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, que tiene como tema “Para que puedas contar y grabar en la memoria (cf. Ex 10,2) La vida se hace historia.

 El ciclo de conferencias virtuales, que se desarrolla desde el domingo 17 de mayo y se extiende hasta el domingo 24, es una iniciativa del sector de comunicación de la Conferencia de Religiosos de Brasil –CRB-, SEPAC / Paulinas, la Arquidiócesis de Brasilia, PASCOM Sul 2, Universidad Católica de Brasil, SIGNIS Brasil, Vatican News y Radio Nova Aliança.

La exposición de Moisés Sbardelotto giró en torno a la Iglesia digital, sobre lo cual comentó que en estos tiempos de confinamiento por la pandemia los fieles también practican su fe en la esfera digital en línea. En otras palabras, las personas comienzan a encontrar una oferta de fe no solo en iglesias de piedra, en sacerdotes de carne y hueso y en rituales tangibles, sino también en la religiosidad existente disponible en los bits y píxeles de Internet.

El periodista y doctor en comunicación comenzó su disertación situando la cuestión digital dentro de una perspectiva histórica “porque todo lo que llamamos digitalización no tiene más allá de diez mil días, como llama el investigador Carlos Scolari, que lo que estamos viviendo es la revolución de los diez mil días”, apuntó.

Revolución de los 10 mil días

Según explicó, los diez mil días se enmarcan en la invención y desarrollo de la web (www), como una red mundial de computadores, de redes, registrado en los años 90, y el otro marco se sitúa con el lanzamiento de los computadores Macintosh, de Apple, en los años 80, que permitió que las personas comunes puedan utilizar esos computadores con ese nuevo lenguaje computacional.

Recordó que antes de esta revolución de los años 80 los computadores se caracterizaban por tener la pantalla negra, las letras verdes, el lenguaje DOS, que limitaba a que las personas que podían digitar debían conocer necesariamente ese leguaje para poder hacer lo que el computador tenía capacidad de realizar. Pero que la Macintosh popularizo un nuevo lenguaje, a través de íconos que facilitaban realizar diversas órdenes al computador, como abrir o cerrar una página, buscar o guardar un archivo, entre tantas órdenes.

Sbardelotto comentó que a partir de los años 80 se comenzó a vivir una verdadera revolución y que durante las siguientes décadas cambiaron muchas cosas, no únicamente en el aspecto tecnológico sino también en el ámbito social, de nuestras relaciones humanas, y que también han afectado las relaciones de las iglesias, de diferentes religiones, y de la Iglesia católica.

A propósito de que en estos días se celebra la Semana Laudato Sí, el comunicador destacó una cita de la Encíclica del papa Francisco sobre el cuidado de la Casa Común que señala que “todo está interligado”, y que se refiere al punto de vista ecológico, pero que también se refiere al aspecto tecnológico, a la revolución digital que “nos permite comprender esa interligación, la interconexión que es la metáfora de las redes, porque hoy todo es redes”.

“Hoy todo pensamos, nos imaginamos los procesos a partir de las redes, de la interconexión, la relación de procesos que se van interligando”, que permiten ver los modos de ver la realidad también tienen una “relación con la perspectiva de la fe, del modo en que vivenciamos la fe, en que buscamos experiencias, informaciones, relaciones vinculadas con ese ámbito de espiritualidad, que pasa también por una serie de transformaciones y cambios”, remarcó.

Cuatro puntos clave en la revolución digital

El especialista explicó que “se puede entender mejor la revolución digital a partir de cuatro puntos: Lo primero son las nuevas nociones de tiempo, porque la tecnología y los procesos digitales traen consigo una lógica de funcionamiento, de procesualidad, con la lógica de la rapidez”.  En la actualidad los equipos tecnológicos permiten hacer muchas más cosas en menor tiempo, agilizan los procesos, dijo.

Destacó también que paralelamente a la velocidad con que se hacen las cosas, el Internet se ha convertido también en un gran repositorio, una gran memoria que nos da acceso a datos históricos de hace siglos, así como la posibilidad de realizar una comunicación instantánea que permite realizar actividades en vivo, como las conferencias virtuales.

Por otro lado, desde el punto de vista, no solo de la religión, pero en la religión, es que esas experiencias de los cambios traen consigo un “cierto preconcepto, sobre lo digital, que por ser una cultura extremadamente inmediata, extremadamente instantánea, ágil, rápida, veloz, es una cultura para nativos digitales.

Así también, señaló que se puede hablar de otro preconcepto, y es que los nativos pueden saber usar las nuevas tecnologías, los equipos, los lenguajes y pueden estar más adaptados a los procesos, pero que por otro lado ellos no son nativos a la cultura humana, por lo que necesitan también ser acompañados, alfabetizados en valores que necesitan para vivir esa cultura contemporánea.

Un segundo punto, comentó, es lo que llamaría las nuevas experiencias de espacio, porque las nociones de espacio también cambian fuertemente en el ambiente digital y que hace, por ejemplo, que personas de lugares geográficos muy distintos consiguen vivenciar una misma experiencia, que no tiene en el ambiente digital un código georeferencial de lugar, que cambia la noción de espacio. Se vive la paradoja de que por el mundo digital uno puede estar hablando dentro de una casa distante sin que la persona se encuentre en ese lugar.

Agregó que esa noción de espacio es también muy importante para la experiencia religiosa porque todas las expresiones religiosas tienen esa imagen y ese espacio sagrado que llamamos el templo.

“Hoy el internet nos acompaña en todo momento, pues la gente ahora se despierta y duerme conectado a la internet”, insistió.

Un tercer punto que afecta la vida de la fe son las nuevas experiencias de la propia materia, de cómo nosotros vivimos, palpamos la realidad de las cosas, la realidad del mundo; es decir, las materialidades de nuestra vida acaban por ser transformadas por lo digital, a tal punto que ya no se puede separar radicalmente lo digital de lo no digital, lo presencial de lo físico, lo on line de lo off line.

Y el cuarto punto tiene que ver con esas experiencias de relación, del modo como nosotros nos relacionamos, porque la nuevas tecnologías facilitan realizar nuevos contactos, nuevos amigos es mucho más fácil comunicarse con otras personas al otro lado del mundo, al igual que si queremos bloquear o borrar a alguien es mucho más simple.  Los vínculos se tornan más débiles y lo que está presente en esta lógica de relación es que nosotros podemos seleccionar o escoger esas alteridades, sobre quién es el otro, con quien me quiero comunicar, con quien quiero vivir una determinada experiencia.

Comentó que, precisamente en el mensaje para la Jornada Mundial de las Comunicaciones de este año, aparece muy fuertemente esa relación de tejer relaciones, de donde viene la palabra texto, de tejido.  Nosotros estamos constantemente tejiendo ese hilo, esos hilos, para formar relaciones, un tejido de relaciones, y el ambiente digital puede ser también un ambiente propicio para vivir esas experiencias.

La Iglesia digital

En la parte final de su conferencia, Moisés Sbardelotto comentó que para hablar sobre la Iglesia digital es necesario entender los cambios de la cultura digital y citó al papa Francisco, que, en 2014, en el Congreso sobre Pastoral en las grandes ciudades, expresó “Venimos de una acción pastoral secular, donde la Iglesia era la única referencia de la cultura… Pero ya no estamos en esa época. Ha pasado. No estamos en la cristiandad, ya no. Hoy ya no somos los únicos que producen cultura, ni los primeros, ni los más escuchados. Necesitamos, por lo tanto, un cambio de mentalidad pastoral…”, cambio de mentalidad pastoral que para Sbardelotto está ligada con el cambio de perspectiva de lo digital.

“Los procesos cambiaron, los modos de relación cambiaron y por lo tanto también la gente necesita cambiar la forma de pensar y concebir la iglesia y las formas de practicar nuestras relaciones evangelizadoras; y una de las ideas que se puede proponer es la de la Iglesia en salida, de la que el papa Francisco habla con frecuencia”, dijo.

Explicó que también se puede hablar de una iglesia en salida digital, es decir salir hacia el ambiente digital como un ambiente de evangelización, donde la iglesia está llamada a estar y tener una presencia significativa.

Sbardelotto enfatizó que la propuesta de iglesia en salida se detalla en la Exhortación Evangelii Gaudium, en la que el papa Francisco lanza el desafío y el llamado a la iglesia a salir hacia las periferias existenciales, a dejar su comodidad para ir al encuentro de todas las periferias que necesitan la luz del evangelio. Y se puede pensar también al ambiente digital como una de esas periferias en la que la Iglesia está llamada a estar presente.

Según recordó, uno de los mensajes en los que el papa rescata la propuesta de iglesia en salida y habla de la salida hacia lo digital se encuentra en el mensaje para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales del año 2014, en donde expresa que entre las calles en las que la iglesia necesita estar presente es en las calles digitales, “pobladas de humanidad, a menudo herida”.

Por qué pensar en una Iglesia digital

Para Sbardelotto, es necesario que la Iglesia esté en el ambiente digital porque en la actualidad el ambiente digital es donde se dan las relaciones sociales, también la vida social se constituye fuertemente en el ambiente digital y por lo tanto pensar en que la Iglesia pase a un ambiente digital es cada vez más importante, subrayó.

Recordó que el papa Francisco pide, en su propuesta de Iglesia en salida, dos cosas fundamentales: la conversión pastoral que haga que la iglesia sea cada vez más comunicativa y abierta y, por otro lado, para hacer eso el papa Francisco invita a “ser osada y creativa”, pero con discernimiento y alimentada por la fuerza del Evangelio, de la Palabra de Dios, por la misión que da la Iglesia.

Para hacer una Iglesia digital, Sbardelotto considera necesario repensar al menos tres puntos: El primero es cómo frente a la pandemia del coronavirus la gente se vio llena de transmisiones en vivo que también afectó a la iglesia y que llega a sobrecargar de cursos, de conferencias, y eso muestra una preocupación muy exhibicionista no solo de algunos líderes de la Iglesia sino también de muchos laicos que pareciera que buscan visibilidad.  Entonces hace falta repensar qué es lo que entendemos por comunicación y relación.

Para que la Iglesia se vuelva verdaderamente digital necesita repensar estos dos conceptos. Qué participación y qué es audiencia.

Y por último esa idea que la red no es una mera agregación de individuos, porque aunque somos individuos aislados se debe pensar en cómo podemos construir comunidades, construir relación con las personas.  

Para acceder a la conferencia se puede ingresar al siguiente enlace. https://www.facebook.com/sepacpaulinas1/videos/274238960289463/  

Redacción: SIGNIS ALC

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